El presidente Donald Trump, en un gesto que para muchos está cargado de pólvora nacionalista, anunció este jueves que impondrá aranceles a China por valor de hasta 60 mil millones de dólares anuales.
Además, dijo que limitará las inversiones y elaborará un paquete de sanciones para detener el «robo de tecnología y las prácticas predatorias» de la nación comunista.
Se trata de una cifra que supera en 10.000 millones de dólares a la adelantada esta mañana por la Casa Blanca.
Trump dijo que le exige a China que «reduzca en unos 100,.000 millones de dólares el déficit» comercial que tiene Estados Unidos respecto al gigante asiático y que eso se está «negociando».
El mandatario advirtió que los 60.000 millones de dólares podrían «ser sólo una fracción de lo que estamos hablando».
Los aranceles afectarán a unos 1.300 productos, cuyo valor supone el 10% de todas las exportaciones de China a Estados Unidos.
En las próximas dos semanas se irán dando a conocer los bienes que van a quedar gravados por estos aranceles.
El motivo en el que se basa el republicano es que, más allá del déficit comercial de 375.000 millones (45% del total), fue la constatación de la Casa Blanca de que China usa a sus empresas como punta de lanza de su «expansión política y militar».
La Casa Blanca aseguró que el presidente Trump pedirá a su equipo demandar a China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por supuestas violaciones de leyes comerciales.
En agosto de 2017 Trump había firmado un memorando donde ordenaba la apertura de una investigación para determinar si las prácticas de China en materia de «propiedad intelectual» dañaban a las empresas norteamericanas.
«Protegeremos los derechos, patentes, marcas registradas, secretos comerciales y otra propiedad intelectual que es tan importante para nuestra prosperidad y seguridad», afirmó en el momento de firmar ese memorando.
Ante el prometido anuncio de Trump, las Bolsas se desplomaron en un 2% en Europa y en Wall Street.
Resta esperar cual será la respuesta de China a las medidas proteccionistas del presidente estadounidense, aunque no se descarta una batería de aranceles contra varios productos agrícolas que Washington exporta al gigante asiático.
Con el fin de evitar una guerra comercial a nivel mundial, la Casa Blanca rebajó la tensión con sus aliados y suspendió durante un mes para Europa, Brasil y Argentina la subida tarifaria del acero y el aluminio (33.000 millones) anunciada por Trump el 10 de marzo pasado.
De esa manera, Washington intentará calmar las aguas en el horizonte de Occidente, a la vez que se lanza contra el gran competidor de Oriente.
Fuente: ansalatina.com
TR/A.C.A.: C. Romero (C.N.P. 24.081)