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Vía (Prospectivascom / Agencias) Eduardo Fernández: «Sigo apostando a la inteligencia, a la política y al diálogo civilizado» (+Tweet)

El texto que Eduardo Fernández nos ha autorizado a difundir recoge sus pensamientos sobre la situación actual venezolana y las rutas para construir un país democrático, próspero, con justicia social y respeto a valores éticos y principios morales.

Sigo luchando por lo que he luchado desde hace sesenta años.

Por la democracia, por la libertad, por el respeto a los derechos humanos, por la justicia social, por la igualdad de oportunidades para todos y por el respeto a los principios éticos y a las normas morales.

Sigo luchando por la paz y en contra de la violencia. Por el amor y en contra del odio. Por el perdón y en contra de la venganza. Por la civilidad y en contra del militarismo. Por la defensa de la soberanía y en contra del imperialismo.

Sigo apostando a la inteligencia, a la política y al diálogo civilizado.

Sigo creyendo que la ruta electoral no solo es la mejor, sino la única que puede contribuir a superar la crisis nacional. Elecciones con condiciones perfectas, si es que se puede. Elecciones venciendo trampas y maniobras para lograr que, alguna vez, podamos tener elecciones aproximadas a la perfección, si es necesario.

Sigo pronunciándome en contra de los golpes militares. Es una falta de respeto a la institución militar pretender convertirla en árbitro de la política. La historia de Venezuela ofrece muchas y muy dolorosas experiencias al respecto. En ningún país civilizado del mundo, la Fuerza Armada actúa como árbitro político.- Esa no es su función.

Con mucha más fuerza me he pronunciado y me pronuncio en contra de una invasión extrajera. Es una hipótesis muy poco probable y nada deseable. Además estoy convencido de que una solución de fuerza, nacional o importada, no resolvería ninguno de nuestros problemas y los agravaría todos.

La apelación a la violencia representa el fracaso de la inteligencia, de la política y de la civilización.

Sigo convencido de que este lamentable experimento llamado “socialismo del siglo XXI” ha representado una tragedia inconmensurable en la vida venezolana.

Siglo deplorando que Venezuela no haya sido capaz de producir una alternativa seria, democrática y confiable frente al desgobierno imperante.

Sigo creyendo que la abstención es sinónimo de deserción. Además expresión de una inmensa flojera política. En lugar de hacer el trabajo político que significa organizar a la mayoría de los venezolanos que queremos cambio, y poner en evidencia la incapacidad de unirnos para lograrlo y la incapacidad de colocar los intereses del país y de los venezolanos por encima de las agendas partidistas y de las vanidades personales, nos cruzamos de brazos a esperar que se produzca una solución mágica, una invasión extranjera o un golpe militar.

Sigo creyendo que las últimas generaciones de venezolanos, comenzando por la de 1958, que nos propusimos construir un país democrático y próspero, con justicia social y respeto a los valores éticos y a los principios morales, han fracasado.

Sigo confiado en que Venezuela tiene futuro y haré todo lo que esté en mis manos por contribuir a la conquista de ese futuro mejor.

Maduro sigue en Miraflores gracias a la abstención. Gracias a ella se mantiene en el poder.

Estoy convencido de que lo más urgente que hay que hacer en Venezuela es constituir un gobierno de emergencia económica y social que se dedique a resolver los problemas que hacen sufrir al pueblo venezolano. Un gobierno de amplitud, de consenso, de gente competente y honesta, un gobierno que tenga la confianza de la gente venezolana y también la confianza de la Comunidad Internacional.

Voy a votar, en cualquier oportunidad que tenga, porque para mí es una cuestión de conciencia. Votar contra el gobierno que está actualmente en Miraflores. Ojalá pueda también votar “a favor” de propuestas positivas e inteligentes.

No me quedaría tranquilo con mi conciencia si no cumplo el deber y ejerzo el derecho de votar en contra del gobierno que tenemos y a favor de una esperanza de cambio.

Haré todo lo que esté en mis manos, como lo he venido haciendo, por convencer a todos mis compatriotas de que hagan lo mismo. La abstención viene ganado las elecciones en Venezuela desde 1993, y no ha sido para bien.

Yo aconsejé en 1988 que no votaremos por Carlos Andrés Pérez. La mayoría de mis compatriotas desoyó mi consejo. En 1992 defendí a la constitución y a la democracia frente al golpe artero y también entonces me sentí en minoría. Muchos me dijeron que había que salir de Pérez porque no podía haber nada peor que Pérez. Después vino Chávez y volví a escuchar aquello de que nada podría ser peor que Chávez y que había que salir de él de cualquier manera y ¡vino Maduro! Ahora me dicen que hay que salir de Maduro, de cualquier manera, porque no puede haber nada peor que Maduro. Sería aconsejable que pensemos bien lo que se va a hacer después de Maduro para no llevarnos una nueva y trágica desilusión.

Tengo casi el doble de la edad que tenía Bolívar en Pativilca, pero sigo inspirado por el ejemplo de su constancia, de su tenacidad y de su carácter. Estaré siempre dispuesto a colaborar con el destino de este país al que amo entrañablemente.

Por cierto, no es la primera vez que me siento en minoría. Cuando me inicié en la política lo hice adhiriendo a un partido muy minoritario y al que le faltaba muchos años para alcanzar cierta importancia.

Cuando me opuse a la elección de Carlos Andrés Pérez también estuve en minoría.

Cuando me opuse a que tumbaran a Pérez también estuve en minoría.

Cuando me opuse a la convocatoria de la constituyente que le dio poderes absolutos a Chávez, también estuve en minoría.

Cuando, en el seno de mi partido, me opuse a la estrategia electoral frente a las elecciones de 1998 de postular a Irene Sáez como candidata contra Chávez, estrategia que condujo a un resultado catastrófico, también estuve en minoría.

Ahora, cuando me opongo a la apelación a la fuerza, al golpe militar o a la invasión extranjera, también me siento en minoría.

He aconsejado y sigo aconsejando una solución política, pacifica, democrática y electoral. Es lo que me dicta mi conciencia y mi amor por Venezuela. Eso es lo único que me importa.

Eduardo Fernández

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Información: Prospectivas.com | Agencias |

Transcripción y Embeds para ( A.C.A. Noticias): Lcdo. Carlos Romero |C.N.P. 24.081|

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