El candidato demócrata logró apoyos clave en los estados que estuvieron más disputados. Trump está actualmente peleando los resultados en las cortes.
El candidato presidencial demócrata, Joseph R. Biden, ganó este sábado la presidencia, impulsado por millones de sus partidarios en estados clave que votaron sobre todo de forma anticipada y en rechazo al presidente, Donald Trump.
Tras varios días de conteo, Biden, de 77 años, ha logrado 279 votos del Colegio Electoral, más de los 270 necesarios para hacerse con la presidencia, tras triunfos este sábado en Pennsylvania y en Nevada. Hay resultados pendientes en otros estados donde aventaja el conteo, como Arizona y Georgia, por lo que pudiera terminar con más votos electorales.
En el voto popular, Biden rompió un récord, pues hasta el mediodía del sábado había sumado más de 74.4 millones de sufragios. Trump tenía hasta esa hora 70 millones.
Con este triunfo, además, llegará por primera vez una mujer a la Casa Blanca en uno de los dos principales puestos: Kamala Harris, que también es la primera política negra y la primera de ascendencia india en alcanzar un puesto político tan alto, ahora es la vicepresidenta electa.
«Estoy honrado y humildemente agradecido por la confianza que el pueblo estadounidense depositó en mí y en la vicepresidenta electa Harris», declaró el demócrata después de conocerse su victoria. «En medio de obstáculos sin precedentes, un número récord de estadounidenses votaron, probando una vez más que la democracia late en lo profundo del corazón de Estados Unidos”.
Aunque pudiera haber primero disputas legales ante acusaciones, infundadas, de que hubo supuesto fraude. Trump dijo que no reconoce los resultados.
Esta inédita elección, tan reñida en varios estados que no fue posible saber el ganador tan rápido como en otras elecciones, se llevó a cabo en medio de un fuerte repunte de la pandemia del COVID-19. La crisis sanitaria ha cobrado la vida de unas 230,000 personas en el país, desató una recesión económica, y alteró radicalmente tanto la vida cotidiana de los estadounidenses como las operaciones de negocios, al igual que todo el proceso electoral.
En particular porque las precauciones para prevenir el contagio del coronavirus impulsaron a millones a votar por correo y por anticipado: hasta 100 millones de ciudadanos emitieron su boleta así, un récord que pudiera además cambiar cómo se realizan las futuras elecciones.
Biden ganó la presidencia mientras que el Partido Demócrata también mantuvo el control de la Cámara de Representantes. Sin embargo, los demócratas de hecho perdieron varios escaños, algunos donde ganaron candidatas republicanas. El resultado del Senado sigue incierto.
Biden logró conseguir los votos necesarios gracias a estados clave como Michigan, Pennsylvania y Wisconsin que antes eran considerados un “muro azul”, en referencia a que consistentemente respaldaban a los demócratas, pero que hace cuatro años apoyaron a Trump por encima de la entonces candidata Hillary Clinton.
También, como lo había hecho durante meses, Trump estuvo tuiteando sin pruebas que hubo un supuesto “fraude masivo” en las urnas y en particular por medio del voto por correo (aseveraciones que contradicen los especialistas electorales), o que sus opositores trataron de “robarse” la elección.
Las promesas de Biden para “reconstruir” el país
Ahora, al cierre de una elección marcada por la gestión de Trump de la pandemia del COVID-19 y la crisis económica resultante, así como una división cada vez más marcada entre la población, el lema para la futura Administración Biden es “reconstruir mejor” al país.
«Será tiempo de hacer lo que siempre hemos hecho como estadounidenses: dejar atrás las disputas y unirnos para sanar, para unirnos como nación», declaró Biden el miércoles.
«No será fácil, no soy ingenuo», agregó. «Pero sé que para progresar tenemos que dejar de tratar a nuestros opositores como enemigos, que no lo son. Lo que nos une como estadounidenses es mucho más fuerte que lo que nos intenta dividir. Hicimos campaña como demócratas pero gobernaré como un presidente de todos», dijo Biden la noche del 4 de noviembre, acompañado de Kamala Harris.
En cuanto a la crisis de coronavirus, el presidente y vicepresidenta electos han dicho que se buscará que la reapertura de escuelas y negocios se haga de forma responsable para evitar la continua propagación del SARS-CoV2. En los últimos días, Estados Unidos ha roto récords de contagios.
Biden ha prometido que, desde el primer día de su presidencia, combatirá “agresivamente” la pandemia, y que adoptará medidas para que la reactivación económica ayude a la clase trabajadora y para resguardar la reforma sanitaria de 2010 conocida como Obamacare.
En el campo migratorio, Biden ha prometido enviar al Congreso un proyecto de ley de reforma que legalice a los inmigrantes indocumentados, incluyendo los dreamers y los amparados bajo el programa de Estatus de Protección Temporal.
En el campo económico, Biden explicó que no aumentará los impuestos para personas con ingresos anuales inferiores a los 400,000 dólares. Ha prometido que invertirá los impuestos adicionales que paguen los ricos y corporaciones en las escuelas y pequeños negocios, y que ampliará el acceso al cuidado de salud, así como el cuidado de niños y ancianos.
Su agenda contrasta con las promesas que hizo Trump si resultaba electo para un segundo mandato (que no sucedió), que incluían la derogación de Obamacare, más desregulaciones, un mayor combate contra la inmigración ilegal y más restricciones para la inmigración legal.
Antes de la pandemia, Trump promovió la narrativa de que su Gobierno aportó seguridad, prosperidad y oportunidad para los trabajadores, en el marco de su agenda de “poner a EE.UU. de primero”.
A la defensiva por su manejo de la doble crisis, Trump siempre mantuvo que el país regresaría a la normalidad y que la reactivación económica será fuerte en 2021. El desencanto con su presidencia fue palpable incluso entre parte de su base: varias encuestas mostraron un declive de apoyo entre las mujeres en los suburbios, los veteranos, y los jubilados.
Sin embargo, la mayoría de los expertos coinciden en que la derrota de Trump no significa necesariamente el fin de la política a su estilo, lo que, con seguridad, será un reto para el entrante Gobierno de Biden.
Tweet Informativo Complementario:
America, I’m honored that you have chosen me to lead our great country.
The work ahead of us will be hard, but I promise you this: I will be a President for all Americans — whether you voted for me or not.
I will keep the faith that you have placed in me. pic.twitter.com/moA9qhmjn8
— Joe Biden (@JoeBiden) November 7, 2020
Video Informativo Complementario, cortesía vía Noticias Telemundo:
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Información : Marina Franco | Noticias Telemundo | Agencias |
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